Blancanieves (Sakizo). Diadema

Hoy os traigo el proceso sobre como hice la diadema o corona (como la queráis llamar) que lleva Blancanieves en el pelo. Es una pieza que puede parecer poca cosa pero que tiene mucha chicha realmente.

Empecé pintando en un papel una plantilla con la forma de la misma y encajando los cristales que tenia preparados. Como hice los adornos de los cristales os lo cuento en la entrada de la capa del traje, porque esa si que lleva cristalitos y tuve que hacer una producción casi en masa de los mismos.

Una vez hecha la plantilla, corte un trozo de goma eva de la forma. Esté será el relleno que le de un poco de estabilidad a la corona.

Lo forré con tela azul de terciopelo y le coloqué un vivo color champan por los bordes. Vino genial que la estructura interna fuese de goma eva, porque así podía sujetar todo con alfileres pinchando perfectamente. Hay que decir que la tela no esta puesta por encima sin más, sino que la pegué a la goma eva con pegamento de contacto para evitar que al colocar los distintos abalorios, perlitas y demás, esta se moviese.

Una vez puesto esto… ¡es la hora de las perlas y los brillis! Primero coloqué meticulosamente todas las gemas que había preparado equidistantes y ocupando toda la superficie de la corona. Una blanca, una granate. Las pegue con cola de contacto primero a la tela azul por el centro en un punto y luego las cosí. Los adornos de las perlas tienen de base unas filigranas doradas con agujeritos que me vinieron perfectas para coser a través de la tela de terciopelo a la goma eva bien bien. De verdad, cosedlo todo. Sino se os va a caer. No hay que fiarse ni un pelo del pegamento cuando estamos con telas y brillis…

Poner las perlitas no es tan sencillo como parece. Porque hacer que se queden haciendo una filita perfecta conlleva luchas contra la física, gravedad y tensiones de los hilos. Primero hice tiras de perlas del tamaño necesario. Cosí los extremos a los bordes de la diadema y luego, uno por uno, fui dando puntadas en los huecos entre las perlas de manera que se quedase la perla en el sitio que la había colocado. Paciencia.

Bien, cosido bien todo a la parte de detrás… ¡¡La goma eva parecía un frankenstein!!!. Llena de puntadas feas. Es turno de taparlo todo! Con otro trozo de terciopelo azul tape la parte trasera de la corona y la cosí a mano a los bordes con cuidado para evitar que se viesen las puntadas. ¡Aquí es imposible meter la maquina de coser! (Vamos, si alguien lo consigue, que me cuente como hace esa magia).

Se me olvidó hacerle foto, pero para poder sujetarla bien a la cabeza le coloqué por la parte trasera dos pinzas planas de pelo. En los dos extremos de la diadema las cosí mirando hacia abajo, de manera que cuando me la coloco es como si fuese un pinchito moruno hacia abajo.

Os dejo la foto de las pinzas a las que me refiero por si acaso no me he explicado bien. Disponibles en vuestro chino de confianza =D.

Y con esto, ¡Tenemos la diadema!